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ciones y otras necesidades de los fieles que viven; sino tambien, segun la tradicion de los Apóstoles, por los que han muerto en Cristo sin estar plenamente purgados.

pro defunctis in Christo, nondum ad plenum purgatis, ritè, juxta Apostolorum traditionem, offertur.

CAP. III. De las Misas en honor CAP. III. De Missis in honorem

de los Santos.

Y aunque la Iglesia haya tenido la costumbre de celebrar en varias ocasiones algunas Misas en honor y memoria de los santos; enseña no obstante que no se ofrece á estos el sacrificio, sino solo á Dios que les dió la corona; de donde es, que no dice el sacerdote Yo te ofrezco, ó san Pedro, ú, ó san Pablo, sacrificio; sino que dando gracias á Dios por las victorias que estos alcanzaron, implora su patrocinio, para que los mismos santos de quienes hacemos memoria en la tierra, se dignen interceder por nosotros en el cielo.

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Sanctorum.

Et quamvis in honorem, et memoriam sanctorum nonnullas interdum Missas Ecclesia celebrare consueverit; non tamen illis sacrificium offerri docet (1); sed Deo soli, qui illos coronavit ; unde non sacerdos dicere solet Offero tibi sacrificium, Petrevel Paule; sed Deo deilorum victoriis gratias agens, eorum patrocinia implorat, ut ipsi pro nobis intercedere dignentur in cœlis, quorum memoriam facimus in terris.

CAP. IV. De Canone Missæ.

Et cùm sancta sanctè administrari conveniat, sitque hoc omnium sanctissimum sacrificium; Ecclesia catholica, ut dignè, reverenterque offerretur, ac perciperetur, sacrum Canonem multis antè sæculis instituit, ita ab omni errore purum, ut nihil in eo

contineatur, quod non maximè sanctitatem, ac pietatem quamdam redoleat, mentesque offerentium in Deum erigat. Is enim constat cùm ex ipsis Domini verbis, tum ex Apostolorum traditionibus, ac sanctorum quoque Ponticum piis institutionibus.

nada incluye que no dé á entender en sumo grado, cierta santidad y piedad, y levante á Dios los ánimos de los que sacrifican; porque el Canon consta de las mismas palabras del Señor, y de las tradiciones de los Apóstoles, así como tambien de los piadosos estatutos de los santos Pontífices.

CAP. V. De Missæ cæremoniis, CAP. V. De las ceremonias y ritos

et ritibus.

Cùmque natura hominum ea sit, utnon facilè queat sine adminiculis exterioribus ad rerum divinarum meditationem sustolli (1); proptereà pia mater Ecclesia ritus quosdam, ut scilicet quædam submissa voce, alia verò elatiore, in Missa pronuntiarentur, instituit. Cæremonias item adhibuit, ut misticas benedictiones, lumina, thymia mata, vestes, aliaque id genus multa ex Apostolica disciplina, et traditione; quò et majestas tanti sacrificii commendaretur, et mentes fidelium per hæc visibilia religionis, ac pietatis signa, ad rerum altissimarum, quæ in hoc sacrificio latent, contemplationem excitarentur.

de la Misa.

Siendo tal la naturaleza de los hombres, que no se pueda elevar fácilmente á la meditacion de las cosas divinas sin auxilios, ó medios extrínsecos; nuestra piadosa madre la Iglesia estableció por esta causa ciertos ritos, es á saber, que algunas cosas de la Misa se pronuncien en voz baja, y otras con voz mas elevada. Además de esto se valió de ceremonias, como bendiciones místicas, luces, inciensos, ornamentos, y otras muchas cosas de este género, por enseñanza y tradicion de los Apóstoles; con el fin de recomendar por este medio la majestad de tan grande sacrificio, y excitar los ánimos de los fieles por estas señales visibles de religion y piedad á la contemplacion de los altísimos misterios, que están ocultos en este sacrificio.

(1) August. lib, 3, de lib. arbitr., cap. 10.

CAP. VI. De la Misa en que comulga el sacerdote solo.

Quisiera por cierto el sacrosanto Concilio que todos los fieles que asistiesen á las Misas comulgasen en ellas, no solo espiritualmente, sino recibiendo tambien sacramentalmente la Eucaristía; para que de este modo les resultase fruto mas copioso de este santísimo sacrificio. No obstante, aunque no siempre se haga esto, no por eso condena como privadas é ilícitas las Misas en que solo el sacerdote comulga sacramentalmente, sino que por el contrario las aprueba, y las recomienda; pues aquellas Misas se deben tambien tener con toda verdad por comunes de todos; parte porque el pueblo comulga espiritualmente en ellas, y parte porque se celebran por un ministro público de la Iglesia, no solo por sí, sino por todos los fieles, que son miembros del cuerpo de Cristo.

CAP. VII. Del agua que se ha de mezclar en el vino que se ofrece en el cáliz.

Amonesta además el santo Concilio, que es precepto de la Iglesia que los sacerdotes mezclen agua con el vino que han de ofrecer en el cáliz; ya porque se cree que así lo hizo Cristo nuestro Señor; ya tambien porque salió

CAP. VI. De Missa, in qua solus sacerdos communicat.

Optaret quidem sacrosancta Synodus, ut in singulis Missis fideles adstantes non solùm spirituali affectu, sed sacramentali etiam Eucharistiæ perceptione communicarent, quò ad eos sanctissimi hujus sacrificii fructus uberior proveniret: nec tamen, si id non semper fiat, proptereà Missas illas, in quibus solus sacerdos sacramentaliter communicat, ut privatas, et illicitas damnat, sed probat, atque adeò commendat. Siquidem illæ quoque Missæ veræ communes censeri debent; partim, quòd in eis populus spiritualiter communicet; partim verò, quòd à publico Ecclesiæ ministro, non pro se tantùm, sed pro omnibus fidelibus, qui ad corpus Christi pertinent, celebrentur.

CAP. VII. De aqua miscenda vino in calice offerendo.

Monet deinde sancta Synodus præceptum esse ab Ecclesia sacerdotibus, ut aquam vino in calice offerendo miscerent; tum quòd Christum Dominum ita fecisse credatur; tum etiam quia à latere

ejus aqua simul cum sanguine exierit (1): quod Sacramentum hac mixtione recolitur: et cùm aquæ (2) in Apocalypsi beati Joann. populi dicantur, ipsius populi fidelis cum capite Christo unio repræsentatur.

CAP. VIII. Missa vulgari lingua non celebretur. Ejus mysteria populo explicentur.

Etsi Missa magnam contineat populi fidelis eruditionem; non tamen expedire visum est Patribus, ut vulgari passim lingua celebraretur. Quamobrem, retento ubique cujusque ecclesiæ antiquo, et à sancta Romana Ecclesia, omnium ecclesiarum matre, et magistra, probato ritu, ne oves Christi esuriant, neve parvuli panem petant (3), et non sit qui frangat eis; mandat sancta Synodus Pastoribus, et singulis curam animarum gerentibus, ut frequenter inter Missarum celebrationem, vel per se, vel per alios ex iis, quæ in Missa leguntur, aliquid exponant; atque inter cætera sanctissimi hujus sacrificii mysterium aliquod declarent, diebus præsertim Dominicis, et festis.

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agua y juntamente sangre de su costado, en cuya mezcla se nos recuerda aquel misterio; y llamando el bienaventurado Apóstol san Juan á los pueblos Aguas, se representa la union del misma pueblo fiel con su cabeza Cristo.

CAP. VIII. No se celebre la Misa en lengua vulgar : expliquense sus misterios al público.

Aunque la Misa incluya mucha instruccion para el pueblo fiel; sin embargo no ha parecido conveniente à los Padres que se celebre en todas partes en lengua vulgar. Con este motivo manda el santo Concilio á los Pastores, y á todos los que tienen cura de almas, que conservando en todas partes el rito antiguo de cada iglesia, aprobado por la santa Iglesia Romana, madre y maestra de todas las iglesias, con el fin de que las ovejas de Cristo no padezcan hambre, ó los párvulos pidan pan, y no haya quien se lo parta; expongan frecuentemente, ó por sí, ó por otros, algun punto de los que se leen en la Misa, en el tiempo en que está se celebra, y entre los demás declaren, especialmente en los domingos y dias de fiesta, algun misterio de este santísimo sacrificio.

(5) Thren. 4.

CAP. IX. Introduccion à los
siguientes Cánones.

Por cuanto se han esparcido en este tiempo muchos errores contra estas verdades de fe, fundadas en el sacrosanto Evangelio, en las tradiciones de los Apóstoles, y en la doctrina de los santos Padres; y muchos enseñan y disputan muchas cosas diferentes; el sacrosanto Concilio, despues de graves y repetidas ventilaciones, tenidas con madurez, sobre estas materias; ha determinado por consentimiento unánime de todos los Padres, condenar y desterrar de la santa Iglesia por medio de los Cánones siguientes todos los errores que se oponen á esta purísima fe, y sagrada doctrina.

Del sacrificio de la Misc.

CAN. I. Si alguno dijere, que no se ofrece á Dios en la Misa verdadero y propio sacrificio; ó que el ofrecerse este no es otra cosa que darnos á Cristo para que le comamos; sea excomulgado.

CAN. II. Si alguno dijere, que en aquellas palabras: Haced esto en mi memoria, no instituyó Cristo sacerdotes á los Apóstoles, ó que no los ordenó para que ellos, y los demás sacerdotes ofreciesen su cuerpo y su sangre; sea excomulgado.

(1).II Cor. 11. (2) Luc. 22.

CAP. IX. Prolegomenon Canonum sequentium.

Quia verò adversùs veterem hanc in sacrosancto Evangelio, Apostolorum traditionibus, sanctorumque Patrum doctrina fundatam fidem, hoc tempore multi disseminati sunt errores, multaque à multis docentur, ac disputantur; sancta Synodus, post multos, gravesque his de rebus maturè habitos tractatus, unanimi Patrum omnium consensu quæ huic purissimæ fidei, sacræque doctrinæ adversantur, damnare, et à sancta Ecclesia eliminare, per subjectos hos Canones constituit.

De sacrificio Missa.

CAN. I. Si quis dixerit, in Missa non offerri Deo verum, et proprium sacrificium; aut quòd offerri non sit aliud, quàm nobis Christum ad manducandum dari; anathema sit.

CAN. II. Si quis dixerit, illis verbis (1): Hoc facite in meam commemorationem; Christum non instituisse Apostolos sacerdotes; aut non ordinasse, ut ipsi (2), aliique sacerdotes offerrent corpus, et sanguinem suum; anathema sit.

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