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de la sede Apostólica, que muchos Prelados están dispuestos á emprender el viaje al Concilio desde varios paises, y que algunos están ya en camino para venir á Trento; y considerando tambien que cuanto ha de decretar el mismo sagrado Concilio, de tanto mayor crédito y respeto podrá parecer entre todos, cuanto con mayor, mas numeroso y pleno consejo de Padres se determine y corrobore; resolvió, y decretó que la Sesion próxima se ha de celebrar el jueves siguiente á la inmediata futura Dominica Lætare; mas que entre tanto no se dejen de tratar y y ventilar los puntos que parecieren al mismo Concilio dignos de su ventilacion Y exámen.

SESION IV.

Celebrada en 8 de abril de 1546.

Decreto sobre las Escrituras canónicas.

EL

sacrosanto, ecuménico y general Concilio de Trento, congregado legítimamente en el Espíritu santo, y presidido de los mismos tres Legados de la sede Apostólica, proponiéndose siempre por objeto, que esterminados los errores,

diversis partibus accinctos esse itineri, non nullos etiam in via esse, quod huc veniant; cogitansque omnia ab ipsa sacra Synodo decerdenda eò majoris apud omnes existimationis, et honoris videri posse, quò majori fuerint, et pleniori Patrum consilio, et præsentia sancita, et corroborata; statuit et decrevit futuram Sessionem post præsentem celebrandam esse die Jovis, quæ subsequetur Dominicam Lætare, proximè futuram: interim tamen non differri discussionem, et examinationem eorum, quæ ipsi Synodo discutienda, et examinanda videbuntur.

SACROSAN

SESSIO IV.

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Celebrata die VIII. mensis Aprilis M. D. XLVI.

Decretum de canonicis Scripturis

ACROSANTA, Oecumenica, et generalis Tridentina Synodus, in Spiritu santo legitimè congregata, præsidentibus in ea eisdem tribus Apostolicæ sedis Legatis, hoc sibi perpetuò ante oculos proponens, ut, sublatis erroribus, puritas ipsa Evangelii in Ecclesia conser

se conserve en la Iglesia la misma pureza del Evangelio, que prometido ántes en la divina Escritura por los Profetas, promulgó primeramente por su propia boca Jesucristo, hijo de Dios, y Señor nuestro, y mandó despues á sus Apóstoles que lo predicasen á toda criatura (Matth. et Marc. ult.) como fuente de toda y saludable verdad y regla de costumbres; considerando que esta verdad y disciplina están contenidas en los libros escritos, y en las tradiciones no escritas, que recibidas de boca del mismo Cristo por los Apóstoles, o enseñadas por los mismos Apóstoles inspirados por el Espíritu santo, han llegado como de mano en mano hasta nosotros; siguiendo los ejemplos de los padres católicos, (1 Thes. 1.) recibe, y venera con igual afecto de piedad y reverencia, todos los libros del viejo y nuevo Testamento, pues Dios es el único autor de ambos; así como las mencionadas tradiciones pertenecientes á la fe y á las costumbres, como que fuéron dictadas verbalmente por Jesucristo, ó por el Espíritu santo, y conservadas perpetuamente sin interrupción en la iglesia Católica. Resolvió además unir á este decreto el índice de los libros Canónicos, para que nadie pueda dudar cuales son los que reconoce este sagrado concilio. Son pues los siguientes. Del antiguo Testamento, cinco de Moyses: es á saber, el Génesis, el Exôdo, el Levítico, los Números, y el Deuterenomio; el de Josué; el de los Jueces; el de Ruth; los cuatro de los Reyes; dos del Paralipomenon; el primero de Esdras, y el segundo

vetur; quod promissum antè per Prophetas in Scripturis sanctis Dominus noster Jesus Christus, Dei filius, propio ore primùm promulgavit, deindè per suos Apostolos, tamquam fontem omnis, et salutaris veritatis, et morum disciplinæ, omni creaturæ prædicari jussit; perspiciensque hanc veritatem, et disciplinam contineriin libris scriptis, et sine scripto traditionibus, quæ ab ipsius Chris ti ore ab Apostolis acceptæ, aut ab ipsis Apostolis, Spiritu sancto dictante, quasi per manus traditæ, ad nos usque pervenerunt; orthodoxorum Patrum exempla secuta, omnes libros tàm veteris, quàm novi Testamenti, cùm utriusque unus Deus sit auctor; necnon traditiones ipsas, tum ad fidem, tum ad mores pertinentes, tamquam vel ore tenus à Christo, vel à Spiritu sancto dictatas, et continua successione in ecclesia Catholica conservatas, pari pietatis affectu, ac reverentia suscipit, et veneratur. Sacrorum veró librorum indicem huic decreto adscribendum censuit ne cui dubitatio suboriri possit, quinam sint, qui ab ipsa Synodo suscipiuntur. Sunt verò infrascripti: Testamenti veteris, quinque Moysi, id est, Genesis, Exodus, Leviticus, Numeri, Deuteronomium; Josue, Judicum, Ruth, quatuor Regum, duo Paralipomenon, Esdræ primus, et se

que llaman Nehemias; el de Tobías; Judit; Esther; Job; el salterio de David de 150 salmos; los Proverbios; el Eclesiastés; el Cántico de los cánticos; el de la Sabiduría; el Eclesiástico; Isaías; Jeremías con Baruch; Ezequiel; Daniel; los doce Profetas menores, que son Oseas; Joel; Amos; Abdias; Jonás; Micheas; Nahum; Abacuc; Sofonías; Aggeo; Zacharias, y Malachias, y los dos de los Macabeos, que son primero y segundo. Del Testamento nuevo, los cuatro Evangelios; es á saber, segun san Mateo, san Marcos, san Lucas, y san Juan; los Hechos de los Apóstoles, escritos por san Lucas Evangelista; catorce Epístolas escritas por san Pablo Apostol: a los Romanos; dos á los Corintios; á los Gálatas; á los Efesios; á los Filipenses; á los Colosenses; dos á los de Tesalónica; dos á Timoteo; á Tito; á Philemon, y á los Hebreos; dos de san Pedro Apóstol; tres de san Juan Apóstol; una del Apóstol Santiago; una del Apóstol san Judas; y el Apocalipsis del Apóstol san Juan. Si alguno pues no reconociere por sagrados, y canónicos estos libros, enteros, con todas sus partes, como ha sido costumbre leerlos en la Iglesia católica, y se hallan en la antigua version latina llamada Vulgata; y despreciare á sabiendas y con ánimo deliberado las mencionadas tradiciones; sea escomulgado. Queden pues todos entendidos del órden y método con que despues de haber establecido la confesion de fe, ha de proceder el sagrado Concilio, y de

cundus qui dicitur Nehemias, Tobias, Judith, Hester, Job, Psalterium Davidicum centum quinquaginta psalmorum, Parabolæ, Ecclesiastes, Canticum canticorum, Sapientia, Ecclesiasticus, Isaias, Jeremias cum Baruch, Ezechiel, Daniel, duodecim Prophetæ minores, id est, Osea, Joel, Amos, Abdias, Jonas, Micheas, Nahum, Habacuc, Sophonias, Aggæus, Zacharias, Malachias, duo Machabæorum, primus, et secundus. Testamenti novi, quatuor Evangelia, secundùm Matthæum, Marcum, Lucam, et Joannem. Actus Apostolorum, à Luta Evangelista conscripti. Quatuordecim epistolæ Pauli Apostoli: ad Romanos, duæ ad Corinthios, ad Galatas, ad Ephesios, ad Philippenses, ad Colossenses, duæ ad Tessalonicenses, duæ ad Timotheum, ad Titum, ad Philemonem, ad Hebræos. Petri Apostoli duæ, Joannis Apostoli tres, Jacobi Apostoli una, Judæ Apostoli una, et Apocalypsis Joannis Apostoli. Si quis autem libros ipsos integros cum omnibns suis partibus, prout in ecclesia Catholica legi consueverunt, et in veteri Vulgata latina editione habentur, pro sacris, et canonicis non susceperit; et traditiones præditas sciens, et prudens contempserit; anathema sit. Omnes itaque intelligant quo ordine, et via ipsa Synodus, post jactnm fidei confessionis fundamentum, sit progressura, et quibus

que testimonios y ausilios se ha de servir principalmente para comprobar los dogmas, y restablecer las costumbres en la Iglesia.

Decreto sobre la edicion y uso de la sagrada Escritura.

Considerando además de esto el mismo sacrosanto Concilio, que se podrá seguir mucha utilidad á la Iglesia de Dios, si se declara que edicion de la sagrada Escritura se ha de tener por auténtica entre todas las ediciones latinas que corren; establece y declara, que se tenga por tal en las lecciones públicas, disputas, sermones y esposiciones, esta misma antigua edicion Vulgata, aprobada en la Iglesia por el largo uso de tantos siglos; y que ninguno, por ningun pretesto, se atreva ó presuma desecharla. Decreta ademas, con el fin de contener los ingenios insolentes, que ninguno fiado en su propia sabiduría, se atreva á interpretar la misma sagrada Escritura en cosas pertenecientes á la fe, y á las costumbres que miran á la propagacion de la doctrina cristiana, violentando la sagrada Escritura para apoyar sus dictámenes, contra el sentido que le ha dado y då la santa madre Iglesia, á la que privativamente toca determinar el verdadero sentido, é interpretacion de las sagradas letras; ni tampoco contra el unánime consentimiento de los santos Padres (Sic Synod. in Trull. c. 19), aunque en ningun

potissimum testimonis, ac præsidiis in confirmandis dogmatibus, et instaurandis in Ecclesia moribus, sit usura.

Decretum de editione, et usu sacrorum librorum.

Insuper eadem sacrosancta Synodus considerans non parum utilitatis accedere posse Ecclesiæ Dei, si ex omnibus latinis editionibus, quæ circumferuntur, sacrorum librorum, quænam pro authentica habenda sit, innotescat; statuit, et declarat, ut hæc ipsa vetus, et vulgata editio, quæ longo tot sæculorum usu in ipsa Ecclesia probata est, in publicis lectionibus, disputationibus, prædicationibus, et expositionibus pro authentica habeatur ; et ut nemo illam rejicere quovis prætextu audeat, vel præsumat. Prætereà ad coercenda petulantia ingenia, decernit, ut nemo suæ prudentiæ innixus, in rebus Fidei, et morum ad ædificationem doctrinæ christianæ pertinentium, sacram Scripturam ad suos sensus contorquens, contra eum sensum, quem tenuit, et tenet sancta mater Ecclesia, cujus est judicare de vero sensu, et interpretatione Scripturarum sanctarum, aut etiam contra unanimem consensum Patrum, ipsam

tiempo se hayan de dar á luz estas interpretaciones. Los Ordinarios declaren los contraventores, y castiguenlos con las penas establecidas por el derecho. Y queriendo tambien, como es justo, poner freno en esta parte á los impresores, que ya sin moderacion alguna, y persuadidos de que les es permitido cuanto se les antoja, imprimen sin licencia de los superiores eclesiásticos la sagrada Escritura, notas sobre ella, y esposiciones indiferentemente de cualquier autor, omitiendo muchas veces el lugar de la impresion, muchas fingiéndolo, y lo que es de mayor consecuencia, sin nombre de autor; y ademas de esto, tienen de venta sin dicernimiento y temerariamente semejantes libros impresos en otras partes; decreta y establece, que en adelante se imprima con la mayor enmienda que sea posible la sagrada Escritura, principalmente esta misma antigua edicion Vulgata; y que á nadie sea lícito imprimir, ni procurar se imprima libro alguno de cosas sagradas, ó pertenecientes á la religion, sin nombre de autor; ni venderlos en adelante, ni aun retenerlos en su casa, si primero no los examina, y aprueba el Ordinario; so pena de escomunion, y de la multa establecida en el cánon del último concilio de Letran (Later. sub Leo X.). Si los autores fueren Regulares, deberán ademas del examen y aprobacion mencionada, obtener licencia de sus superiores, despues que estos hayan revisto sus libros segun los estatutos prescritos en sus consti

Scripturam sacram interpretari audeat ; etiamsi hujusmodi interpretationes nullo unquam tempore in lucem edendæ forent. Qui contravenerint per Ordinarios declarentur, et pœnis à jure statntis puniantur. Sed et impressoribus modum in hac parte, ut par est, imponere volens, quijam sine modo, hoc est, putantes sibi licere quidquid libet, sine licentia superiorum ecclesiasticorum, ipsos sacræ Scripturæ libros, et super illis annotationes, et expositiones quorumlibet indifferenter, sæpè tacito, sæpè etiam ementito prælo, et, quod gravins est, sine nomine auctoris imprimunt; alibi etiam impressos libros hujusmodi temerè venales habent; decernit, et statuit, ut posthac sacra Scriptura, potissimùm veró hæc ipsa vetus, et Vulgata editio, quàm emendatissimè imprimatur; nullique liceat imprimere, vel imprimi facere quovis libros de rebus sacris sine nomine auctoris ; neque illos in futurum vendere, aut etiam apud se retinere, nisi primùm examinati, probatique fuerint ab Ordinario; sub pœna anathematis, et pecuniæ in canone concilii novissimi Lateranensis apposita. Et si regulares fuerint, ultra examinationem, et probationem hujusmodi, licentiam quoque à suis Superioribus impetrare teneantur recognitis per eos libris, juxta formam suarum ordinatio

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