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y Obispo en Cerdeña. No se dice su Obispado ni consta en los episcopologios de aquellas iglesias. Escribió varias obras de mística y entre ellas las epistolas y evangelios para todo el año, una version del Cartuxano (1) y un cancionero de diversas obras (2). Murió en Madrid, siendo Obispo de anillo del Cardenal Cisneros (3), en 29 de Enero de 1514 y está enterrado en Huete.

573 SALLENT (D. FRANCISCO ANTONIO).

Nació en Borja y siguió la carrera de leyes en Zaragoza,

(1) Traducido por órden de Doña Isabel la Católica, impreso en Alcalá de Henares en 1502, en cuatro tomos, y en Sevilla en 1537 y 71 en fólio.

Hay otra version inédita en la universidad de Salamanca, hecha tambien por orden de la Reina. (Lu Fuente.)

(2) Llámasele Obispo de Sardeña, de

donde se graduó de doctor en 1674, y se acreditó de excelente jurisconsulto en ambos derechos.

En 1672 tomó posesion de un canonicato y capellanía Real en la colegiata de su patria, y en 1700 era comisario de cruzada y examinador sinodal en Tarazona. Pasó á Valencia en 1703 con cargo de provisor y vicario general, y murió electo Obispo Auxiliar de aquel Arzobispado, en 1706. Escribió sobre algunos puntos de derecho canónico y tambien algunas poesías, segun Latasa (4).

la órden de los Menores, y está dedicada á D. Fernando el Católico, en carta fechada en el convento de Toledo, en 1508, en que salió á luz en 8.°

(3) Segun el Diario de Pedro Torres, escrito en Salamanca por aquel tiempo. (4) Tomo 4.o, pág. 203,

APÉNDICES.

NUMERO I.

OBISPADO DE MARRUECOS.

Hay vehemente presuncion de que Marruecos (en Africa) debió de tener, cuando se perdió España, iglesia metropolitana (1), y que por tal concepto hubo recurso, trato ó comunicacion entre ella y la de Sevilla, y de ello se hallan algunas memorias, en especial la de los cinco mártires misioneros de la Orden de San Francisco, que de Sevilla pasaron á Marruecos á predicar la santa fé (el primero de los cuales fué Fray Juan de Prado, guardian del convento de San Diego, que padeció allí en 1632). Y asímismo parece probable que, cuando Sevilla cayó en poder de moros, hubiese en ella alguna parte ó lugar franco donde continuase la correspondencia africana; y que de esta, por la causa referida, tuviese Obispo y nombre de Marruecos, como perseveró hasta 1570, y que á su iglesia acudiese el ejército alojado en el Campo de Tablada á recibir los sacramentos, pues el cerco fué largo, y se le diese renta y título de Obispado, como se le dió, señalándole territorio que conservó en distancia de 200 pasos de la ciudad (2). No debió ser solamente por el que tenía en la provincia de los infieles, pues en la cristiandad se hallan lugares considerables, que tienen los mismos nombres que otros que poseen los enemigos del nombre cristiano (así como en las Indias hay muchas ciudades con nombres de las de España); ó que se diga que aquella silla episcopal, ántes de perderse África, tenía en Sevilla

(1) Metropolitana había por lo menos en Cirta en los primeros siglos, pero la parte de Africa dependiente de España (Hispania Transfretana), dependía de Hispalis. (La Fuente.)

(2) Cuando los moros almohades desterraron á los Obispos de Sevilla, los enviaron á Marruecos, año 1226. (Nota del autor del ms.)

un apeadero ó lugar suyo, reservado á su gobierno, en diócesis ajena, que siempre fué conservado como vemos en Aragon, que el Obispo de Huesca tiene en la iglesia de Santa Engracia de la ciudad de Zaragoza, una capellanía llamada de San Esteban de Huesca (1), donde ejerce pontificales como en su propio Obispado, (como el prior de la provincia de Leon tiene á la vista de Sevilla á Castilleja de la Cuesta, que es de su jurisdiccion, y el prior de Magacela á Castilleja de Guzman, á media legua cada uno, sin pedir licencia al metropolitano, y los ministros eclesiásticos y seculares que en ella residen son de su gobierno y obediencia, y de él dependen, no del Arzobispado de Zaragoza (2).

Ademas, es tradicion cierta que, estando Sevilla en cautiverio de los moros, quitaron las puertas de la iglesia, unas campanas y unas bolas doradas que estaban en la torre, y las llevaron á la ciudad de Marruecos, colocando todo ello en su mezquita (3).

Tambien se puede colegir que en esta parte, que era fuera de la ciudad, como se dice, estuviese la iglesia arzobispal, ó lugar de ella, donde los prelados que permitían los moros en Sevilla, asistiesen á los cristianos con mayor libertad.

A lo referido se agrega que, entre las disposiciones tomadas por el Santo Rey con las iglesias que halló é instituyó dentro y fuera de Sevilla, fué una la del territorio llamado de Marruecos, fuera de la ciudad junto al rio Guadalquivir, que se conservó y se dice que erigió en él sede episcopal, señalándola por sufragánea de la de Sevilla, y que el primer Obispo de ella fué su hijo D. Felipe (así como había dado territorio á la religion de San Juan de Acre dentro de la misma ciudad); y así se halla haberle dado en el repartimiento de Sevilla, y asignado parte de prédios y heredades. que se verifican hoy con su permanencia (4); y que el Obis

(1) No una capellanía, sino toda la iglesia y su territorio jurisdiccional; pero no hay paridad con lo que supone el autor del ms. (La Fuente.)

(2) Algo embrollada está la cláusula, á pesar del paréntesis que hemos creido necesario. (La Fuente.)

(3) Las campanas pusieron en su mezquita mayor por lámparas y las puertas en la misma en la parte que sale al arrecife viejo. Mármol, en la Historia de Africa, y otros. Consta ser las de la iglesia de Sevilla por las letras que se conservan en las aldabas. (Nota del autor del ms.)

(4) No se sabe que en Sevilla haya renta señalada como esta para ningun Obispo de anillo de ninguna provincia. (Nota del autor del ms.)

pado, así formado, lo tuvieron unido con el de Sevilla hasta el año 1268 (1) que fué Obispo y Arzobispo el Infante D. Sancho: los parientes de la Casa Real como cosa de mucha estima, pues era cerca de Sevilla en la parte que ahora se llama de San Telmo, con todos sus campos extendidos por la llanura del Campo de Tablada. Y despues se separaron con rentas y territorio, y los goza el fisco de la Santa Inquisicion, aplicados para sustento de sus ministros, que asistían en Sevilla; y en la riqueza de la tierra se manifiesta que siempre fueron grandes sus frutos. Y con el tiempo se extinguió el territorio y se incorporó, como se ve, con el Arzobispado de Sevilla, quedando sólo el título sin renta. Y decir que, despues que el Infante D. Sancho, Obispo que era del lugar de Marruecos, fué electo Arzobispo de Sevilla, y ántes de nuestros tiempos se extinguió el Obispado de Marruecos, es error, pues se sabe que por los años 1480, y en otros anteriores, había Obispos de Marruecos como se halla en los memoriales del curioso capellan Pere Cristóbal Nuñez: y despues acá se maninifiesta por el concilio provincial celebrado por el Arzobispo Don Diego Deza, en 1512, y de ménos tiempo por el año 1555, en que era Obispo de Marruecos D. Sebastian de Obregon (2), arcediano de Carmona y canónigo de Sevilla, que está notado (?) en la Santa Iglesia catedral, en la capilla llamada de los Evangelistas. Y es cierto que en 1576 había Obispo de Marruecos, que era D. Miguel de Espinosa, hijo de Sevilla, nacido en la calle de la Odrería y bautizado en la iglesia de San Ildefonso; que despues fué canónigo de Valencia y vicario general de su Arzobispado por Don Juan de Ribera, y despues Arzobispo de Otranto (Nápoles), y residía en su iglesia y administraba actos pontificales en ella, y tenía su feligresía llena y poblada en gran parte: y la iglesia parroquial estaba en una casa grande, que allí había, con puerta de arco, y en ella la imágen de San Telmo y dos pobres convalecientes vestidos de ropaje azul con candelas en las manos, y con

(1) El Infante D. Sancho no fué Arzobispo de Sevilla, sino de Toledo; el cual tuvo litigio con aquel sobre los honores primaciales, en 1266 y 68. No se lee bien en el ms. la fecha del año, pues dice 12/8: parece que debe aludir al 1268 que se pone aquí. (La Fuente.)

(2) En 1530 era Obispo de Marruecos D. Martin Cabeza de Vaca, de que hay instrumento en la iglesia de San Salvador. (Nota del autor del ms.) 44

TOMO LI.

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