12. Daniel Mac-Gettingan, Obispo de Rophe (Irlanda). 13. José Pluym, Obispo de Nicópolis, y Vicario apostólico de Valaquia. 14. Melchor Nazarian, Arzobispo (del rito armenio de Mardin (Mesopotamia). 15. Estéban Melchisedechian, Obispo (del rito armenio) de Erzeroum (Armenia). 1 16. Agustin Jorge Bar-Scinu, Obispo (del rito caldeo) de Salmas (Persia). 17. Juan Linch, Obispo de Toronto (Canadá). 18. Juan Marangó, Obispo del rito griego de Tin y Micon (Archipiélago helénico). 19. Francisco Laouenan, Vicario apostólico de Pondichery (Indostan). 20. Antonio Cousseau Obispo de Angulema (Francia). 21. Luis de Goesbrian, Obispo de Burlington (Estados-Unidos). 22. José Valerga, Patriarca de Jerusalen y Pro-vicario de Alepo (Siria). 23. Abraham Biscai, Obispo (del rito cofto) de Cariópolis y Vicario apostólico de Egipto, in partibus infidelium. 24. Carlos Poirier, Obispo de Roseau (Indias Orientales). 25. Santiago Quinn, Obispo de Brisbane (NuevaGales). 26. Cárlos Poirier, Obispo de Roseau (isla de Santo Domingo), en las Antillas. CATALOGO DE LOS PADRES DE LENGUA ESPAÑOLA QUE HAN SIDO NOMBRADOS PARA LAS COMISIONES DEL CONCILIO. Emmo. Sr. Cardenal Arzobispo de Valladolid. Sr. Arzobispo de Santiago de Chile. Sr. Arzobispo de Granada. Sr. Arzobispo de Zaragoza. Sr. Arzobispo de San Francisco de California. Sr. Arzobispo de Méjico. Sr. Arzobispo de Búrgos. Sr. Obispo de Barcelona. Sr. Obispo de Puno. Sr. Obispo de Avila. DEL CONCILIO ECUMENICO DEL VATICANO, EN EL DIA 8 DE DICIEMBRE DE 1869. DESCRIPCION OFICIAL. El 8 de diciembre se abrió en la patriarcal Basílica Vaticana el Concilio ecuménico (1), que fue preconizado por la Santidad de Nuestro Señor el dia 30 de junio de 1867, cuando en la Alocucion Per jucunda, respondiendo á los Obispos de todas las partes del mundo reunidos en Roma para solemnizar el décimooctavo centenario del martirio de los Santos Príncipes de los Apóstoles, (1) Los diez y ocho Concilios ecuménicos anteriores se inauguraron en los dias siguientes: El Niceno I, el 19 de junio del año 325. El Constantinopolitano I, segun unos autores, en el mes de marzo, y segun otros, en mayo del año 381, ignorándose el dia. El Efesino, el 22 de junio del año 431. El Calcedonense, el 3 de octubre.del año 451. El Constantinopolitano II, el 4 de mayo del año 553. El Constantinopolitano III, el 7 de noviembre del año 680. El Niceno II, el 24 de setiembre del año 787. El Constantinopolitano IV, el 5 de octubre del año 869. El Lateranense I, en la Cuaresma del año 1123, ignorándose el dia. El Lateranense II, segun Florez, el 2 de abril del año 1139. El Lateranense III, el 5 de marzo del año 1179. El Lateranense IV, el 11 de noviembre del año 1215. El Lugdunense I, el 28 de junio del año 1245. El Lugdunense II, el 7 de marzo del año 1274. El Vienense, del 13 al 18 de setiembre del año 1311, pues no están conformes los historiadores sobre el dia fijo. El Florentino, el 26 de febrero del año 1439. declaró que acogia los deseos manifestados por ellos para la celebracion de aquel, y que fue convocado é intimado el 29 de junio de 1868 en las Letras Apostólicas Æterni Patris Unigenitus Filius. Se abrió el 8 de diciembre, dia señalado para tal solemnidad, por ser el consagrado á la memoria del privilegio de la exencion de toda mancha, concedido por el Omnipotente á la Virgen María, y que Su Santidad declaró dogma en el mismo dia hace tres lustros, y porque en el primero de los citados documentos se habia acordado poner el sacro Concilio ecuménico bajo el patrocinio de Aquella bajo cuyos pies fue puesta la cabeza de la serpiente desde el principio de las cosas, y que por sí sola quebranta todas las herejías. Al medio dia del mártes, víspera de la fiesta, los alegres sonidos de los sagrados bronces de las torres de todas las iglesias anunciaban la proximidad del gran suceso, y conmovian los ánimos, que presentian con santo júbilo el bien que para la revuelta sociedad resultaria de la Asamblea episcopal, dirigida y conservada por la asistencia divina. Para invocarla, el pueblo fiel coadyuvó espiritualmente con solemnes cultos y prácticas piadosas, que en diversas iglesias se celebraron durante el novenario anterior á la fiesta, sermones, visita á las Imágenes y reliquias sagradas mas notables espuestas á la veneracion pública, y sacadas en procesion por corporaciones y cofradías religiosas; ayuno riguroso la víspera, no menos que la mas numerosa y devota asistencia á los piadosos ejercicios de costumbre en la solemnidad de la Inmaculada Concepcion. Por la tarde del mismo dia, al terminar la sagrada novena, en la Basílica constantiniana de los Santos Doce Apóstoles se celebró con gran solemnidad el devoto ejercicio que acostumbran á practicar los menores conventuales. El Papa, siguiendo el uso de los años anteriores, asistió con su noble antecámara á la sagrada funcion. Recibido en la portería del convento por el eminentísimo Sr. Cardenal Clarelli, protector de dicho Ór– den, por los superiores de la misma y por la comunidad, fue esperado en la sacristía por el Emmo. Sr. Cardenal Panebianco. Vistiéndose los hábitos pontificales, seguido del Sacro Colegio, entró en el vasto y majestuoso templo, que estaba ricamente adornado é iluminado, y lleno de fieles. Habiendo asistido á las diversas ceremonias y al canto de la Letanía Lauretana, Su Santidad entonó el Te Deum, y despues del himno eucarístico dió con el Santísimo Sacramento la triple bendicion. En la plaza de los Santos Apóstoles, y á lo largo de la carrera recorrida por el cortejo pontificio, un pueblo inmenso se apiñaba para ver al Papa y recibir la bendicion apostólica, que de los labios de hombres venidos de todas las partes del mundo, mezclados á los romanos, era implorada en diversas lenguas, entre otros gritos de reverencia y amor, augurio de felicidad y de paz. Así terminaba la vigilia que señalaba el estraordi— nario espectáculo que se ha visto: el siguiente solemnísimo dia, cuyo primer albor fue saludado por el cañon del castillo de Santángelo, sobre cuyos baluartes se enarbolaron los estandartes de la Sede Apostólica y del Padre Santo. Se habia avisado á los PP. del Concilio y los demas que debian tomar parte en la funcion, que hácia las ocho y media se reunieran en el Vaticano en los lugares designados (1), y mucho antes de aquella hora todo el (1) Los Cardenales y los PP. del Concilio subieron al Vaticano por la escalera situada en el Gran Atrium, que conduce á la Biblioteca |