1791; mas como la convulsion que agitó entonces á esta provincia fue pasajera, tambien lo fue la interrupcion que esperimentaron los sacerdotes en los ejercicios de sus funciones en sus respectivas doctrinas. La de Riobueno, segun una carta de fray Francisco Hernandez á fray Benito Delgado, fue la única cuya suerte hubo de deplorarse. Una partida de Huiliches asaltó repentinamente y á deshora de la noche la casa de la mision; pegó fuego á esta y dió muerte al misionero fray Antonio Cuscoa y á dos mancebos sirvientes suyos, que no tuvieron tiempo de huir. De los paramentos, vasos sagrados é imágenes, lo que no pereció en las llamas, lo llevaron los indios para sus usos. Esta verdadera tragedia dió motivo para que el gobernador de la plaza de Valdivia mandase desalojar provisionalmente las misiones de Daghllipulle y Cudico, las que fueron restablecidas poco despues. Tantas fundaciones héchas en tan corto tiempo son á la verdad prueba concluyente del celo apostólico de los padres de la propaganda. Los hijos del gran Francisco de Asis sin el ruido que otros, con un sínodo capaz apenas de sufragar para los gastos para vivir, hicieron tantas conquistas como otros cuyos pasos, á fuerza de publicarlos, llamaban la atencion de todo el mundo, y para cuya manutencion erogaba el tesoro real ingentes sumas. Nosotros, al ver en el centro de los montes de Valdivia una de estas misiones, y en el umbral del pórtico grabada esta inscripcion : FRATRIS FRANCISCI FERNANDEZ, ZELO, LABORE ET CONSTANTIA ERECTA EST ANNO MDLXXXVIII. nos sentimos inspirados de una veneracion profunda hácia aquellos esforzados sacerdotes. (Sacado de varias historias de Chile). CAPITULO FINAL. Nombres de los religiosos de este colegio de misioneros que han padecido la muerte por la fé de Jesucristo. Al fin de esta breve historia creemos oportuno dar la lista de nuestros hermanos, cuyos nombres se han podido hallar en nuestro Archivo y otras memorias escritas ó impresas, los cuales han dado su vida en el ejercicio de sus misiones, á manos de los infieles ó apóstatas. Lo hacemos en capítulo separado para tenerlos mas á mano, sin la molestia de buscarlos en este compendio; apuntando juntamente los capítulos en que se trata de ellos, donde se puedan ver las circunstancias de sus trabajos y muertes. Los protomártires del Perú fueron el venerable padre fray Cristóval Larios, sacerdote, y el venerable fray Gerónimo Jimenez, lego: fueron muertos por los infieles Campas en el rio de Perene el dia 8 de diciembre del año de 1637. (Véase el capítulo II.) El venerable padre fray Matías Illescas, y los venerables hermanos fray Pedro de la Cruz y fray Francisco Piña se embarcaron en el rio de la Sal, y fueron muertos por los infieles Sipibos el año de 1641. (Capítulo II.) Por este tiempo en una entrada que los Españoles hicieron al Cerro de la Sal, murieron dos religiosos que iban en su compañía á manos de los infieles Campas (Capítulo II.) El año de 1657 murieron á manos de los infieles Setebos y Sipibos dos sacerdotes y tres religiosos legos. (Capítulo III.) El venerable padre fray Francisco Mejía, presidente de las conversiones de Panataguas, con los venerables padres fray Alonso de la Madrid, y fray Alonso Acebedo, lego, y otros cuatro religiosos, fueron muertos á manos de los infieles Sipibos en las conversiones de Payanzos el año de 1670. (Capítulo IV.) El venerable padre fray Francisco Izquierdo fue muerto por los infieles Campas en Pichana el dia 4 de setiembre del año de 1674. En su compañía murieron el hermano Andrés Pinto, y un niño cristiano. (Capítulo VIII.) Tres dias despues fueron muertos por los mismos infieles los venerables padres fray Francisco Carrion, y fray Antonio Cepeda en el rio Perene. (Capítulo VIII.) Los venerables padres fray Manuel de Biedma, fray Juan de Bargas Machuca, fray José de Soto, y el hermano fray Pedro Alvarez, el hermano donado Pedro Laureano y cuatro seculares fueron muertos por los infieles Pirros y Simirinches en el rio Enne el año de 1687. (Capítulo XVII.) El año de 1694 murieron á manos de los infieles Campas el venerable padre fray Blas Valera en Huancabamba, y los venerables padres fray Juan Zabala, y fray Francisco Huerta en el rio de Quimirí. (Capítulo XVIII.) El venerable padre fray Gerónimo de los Rios fue fle chado y muerto en Tulumayo por los bárbaros Casibos el año de 1704. (Capítulo XVIII.) El año de 1718 en Epillo cerca de Pichana los infieles Campas mataron al hermano donado Juan Delgado; y tres años despues al hermano donado Tomás de San Diego. (Capítulo XX.) El venerable padre fray Fernando de San José con un hermano donado fue muerto cruelmente por los infieles Mochobos y Pirros el dia 10 de mayo del año de 4724. (Capítulo XX.) Tres dias despues murieron á manos de los infieles Campas los venerables hermanos fray Tomás de San José en Jesus María, y fray Lucas de Jesus en Catalipango. (Capítulo XX.) El hermano fray Angel Gutierrez murió de hambre en el monte el año de 1726. (Capítulo XX.) Los venerables padres fray Manuel Bajo, fray Alonso del Espíritu Santo, y fray Cristóval Pacheco, con dos hermanos donados, murieron flechados á manos de los Andes apóstatas é infieles en el pueblo de Sonomoro el año de 1737. (Capítulo XXIV.) Los venerables padres fray Domingo García y fray José Cabanes con un hermano donado, fueron flechados y muertos por los infieles Amages del Cerro de la Sal el año de 1742. (Capítulo XXVI ) El venerable padre fray Manuel Albarran, comisario de misiones, y el venerable hermano fray Fernando de Jesus, y un hermano donado fueron muertos por los infieles Pirros y Simirinches en el rio Enne por la montaña de Guanta el año de 1747. (Capítulo XXVIII.) El venerable padre fray Antonio Cabello fue muerto á manos de los infieles Setebos el año de 1757. (Capitulo XXXI.) El venerable padre fray Francisco Francés murió á manos de los infieles Conibos el año de 1763. (Capítulo XXXII.) El venerable padre fray Roque Aznar con el hermano donado Manuel Romero fueron muertos por los infieles Setebos el año de 1766. (Capítulo XXXIV.) El venerable padre fray Juan de Dios Frezneda con el venerable hermano fray Francisco Jimenez y el hermano donado Andrés Bernal, fueron muertos en Pisquí por los infieles Sipibos el año de 1766. (Capítulo XXXV.) El venerable padre fray Mariano Erranz, con el venerable hermano fray José Caballero, y el hermano donado Manuel de las Animas, fueron muertos por los infieles Sipibos en el pueblo de Santa Bárbara de Achani el año de 1766. (Capítulo XXXV.) El venerable hermano fray Alejandro de las Casas, y el hermano donado Hipólito de San Pedro fueron muertos por los infieles Sipibos en el pueblo de Santa Cruz de Aguaitia el mismo año de 1766. (Capítulo XXXV.) El venerable padre fray José Jaime, y el hermano Mauricio de Jesus fueron muertos por los infieles Conibos el año de 1766. (Capítulo XXXV.) Los venerables padres fray José Miguel de Salcedo, fray Juan Perez de Santa Rosa, fray José Menendez, y fray Manuel de San Pablo, fueron muertos por los infieles Conibos en el pueblo de San Miguel el dicho año de 1766. Son hasta ahora cincuenta y cuatro religiosos y catorce hermanos donados los que han muerto en estas montañas á manos de los infieles; sin los muchos que han muerto de enfermedades contraidas en aquellos temperamentos tan contrarios á la complexion de los Españoles, y de los malos alimentos con que a veces sustentaban la vida. |