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confianza y cooperacion, con un poder que á veces abraza una gran parte, y con frecuencia á todos los habitantes sometidos á su legislacion civil. Á la Iglesia católica pertenece cerca de una tercera parte de la poblacion de la Gran-Bretaña y sus colonias; cerca de una quinta parte de los Estados-Unidos, casi la mitad de Prusia, y casi la totalidad de las demas naciones. De suma importancia es, por consiguiente, para los poderes civiles reanudar sus relaciones con la Iglesia católica, porque difícil es que se pueda sostener la paz interior y la fidelidad de los súbditos allí donde las leyes están en desacuerdo con los derechos divinos y sus libertades. Irlanda y Polonia son pruebas evidentes de esta verdad.» Despues dirige su consideracion al Oriente, y se espresa así:

«Todo el que esté animado de amor por las almas, por la verdad, y por la honra y gloria de nuestro divino Señor, se interesará por el estado de las naciones cristianas separadas de la unidad de la Iglesia católica. Imposible es mirar al Oriente sin esperimentar un profundo dolor al ver la desolacion de las iglesias de Persia, de Armenia, de Palestina, de Egipto, del Asia menor y de Grecia. La memoria de sus Santos y de sus Doctores está suspendida como una luz sobre sus hijos espirituales, sumergidos hoy en las tinieblas del cisma y de la herejía. Los antiguos santuarios, profanados y abandonados, están aun de pie, esperando el dia de su rehabilitacion. El poder mahometano va disminuyendo. Hubo un tiempo en que todas las potencias cristianas de Europa no pudieron espulsarle de la Tierra Santa, y hoy no podria sostenerse ni una hora si los celos de los mismos cristianos no aseguraran su dominacion. No está lejana la época de su caida ó de su emigracion; y en el estado ac

tual no está perdida la esperanza de que el Oriente vuelva á la unidad de Jesucristo.

>Justo es reconocer que la Puerta se ha mostrado últimamente tolerante con los súbditos cristianos. Lo que no pudo conseguir el Concilio de Florencia, puede, con el auxilio del espíritu de Dios, realizarlo otro Concilio. Entre el Oriente y la Santa Sede hay un vínculo que no se ha roto todavía: el amor y la veneracion á la Madre de Dios; y Pio IX, mas que ningun otro Pontífice, ha conseguido que las iglesias del Oriente se aproximen á la Silla de San Pedro. La definicion de la Inmaculada Concepcion ha sido reconocida por los orientales. ¡Pidamos á Dios acelere el dia en que se levantará el sol sobre Asia, y no iluminará mas que un solo rebaño!»

Despues hace algunas consideraciones sobre el protestantismo, y dice que el próximo Concilio indicará el período de su disolución. «Si la publicacion de una amnistía disuelve una sedicion política haciendo un llamamiento al corazon de los hombres, ¡con cuánta mas razon un llamamiento á la paz y á la Iglesia de Jesucristo no reunirá los elementos de fe y de piedad esparcidos en las divisiones del cristianismo!

>>Es una invitacion celeste hecha á los hombres de buena voluntad, y no hay duda que muchos la escucharán. Que los hombres la llamen supersticion, no importa; yo estoy seguro de que el espectáculo de la Iglesia deliberando en Concilio sobre las llagas y miserias del mundo cristiano, moverá los corazones, y surgirán una virtud y una influencia múltiples, que afectarán profundamente á la inteligencia, á la conciencia, á la voluntad y á toda la naturaleza espiritual.

» El sol y las lluvias maduran los frutos de la tierra, queramos ó no queramos. El buen grano crece aun en

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tre la zizaña durante el sueño de la humanidad. No está al alcance del poder humano impedir ni neutralizar la accion de la Iglesia sobre el mundo. El hombre puede cerrar los ojos, pero no puede poner un velo al sol. Puede volver la espalda á la luz, pero no puede difundir las tinieblas sobre la tierra. Hay otro poder que trabaja en favor nuestro. Spiritus Domini replevit orbem terrarum. El Espíritu de Dios trabaja interiormente en todos los hombres, y cuando la Iglesia habla al oido, el Espíritu Santo mueve á los corazones para que respondan.

>>Hay luces en la razon, movimientos en la conciencia, aspiraciones del corazon, esfuerzos de voluntad que descenderán del Espíritu de verdad y de gracia sobre todos los que conozcan la presencia y la voz de la Iglesia reunida en Concilio; y si entre estos habrá algunos que resistan, tambien habrá muchos que obedezcan. Es una visita de Dios, que por una intervencion especial llama á todas las naciones. La Providencia quiere realizar de nuevo la palabra del Apóstol... El Espíritu y la Esposa dicen: «Venid;» que todo el que entienda y oiga diga á su vez: «Venid, y que venga el que tenga sed, y recibirá gratuitamente el agua de la vida. »

La conclusion de este importante escrito es un rasgo de uncion y de elocuencia.

Hé aquí cómo concluye:

«Hace un año habia muy pocas personas que creyeran que el Padre Santo estaria en Roma en esta época; pues bien: en esos dias, y en los momentos en que la proteccion de un poder terrenal estaba á punto de abandonarle, en esos momentos precisamente es cuando convoca un Concilio. Cuando Jerusalen estaba cercada por los asirios, Jeremías compró un terreno en Ana

toth. Á vista del peligro, y menospreciando toda clase de amenazas, dió este testimonio de inmutable confianza en la promesa y en el poder de Dios.

>>Hoy, á presencia de un mundo hostil y de desencadenadas revoluciones, el Papa convoca un Concilio general... Pedro está cargado de cadenas; perseguidores en Roma, Emperadores en Constantinopla, herejes en todas partes, Reyes lombardos, Condes de las Marcas, duques normandos, facciones romanas, monarcas franceses, republicanos infieles, conquistadores imperiales, Asambleas galicanas, sociedades secretas y una diplomacia sin fe, todos, todos han ensayado encadenar las manos de Pedro, y, encadenándolas, esclavizar la Iglesia de Dios. Pero cuando la política de los hombres parece mas asegurada, de repente, y sin que nadie lo advierta, á un soplo de una voluntad invisible los hierros caen, quedan libres las manos sagradas, y la Iglesia marcha con la libertad y el esplendor de una soberana.

»Miris modis repente liber ferrea,
Christo fubente, vincla Petrus exuit,
Ovilis ille Pastor et Rector gregis,
Vitæ recludit pascua et fontes sacros,
Ovesque servat creditas, arcet lupos.

>>Pedro reina aun: Pastor supremo de un solo rebaño, suministra los pastos de la vida y las fuentes sagradas, guardando el rebaño y preservándole de los lobos.

>>El Concilio general se reunirá y se celebrará en el dia y tiempos señalados: Verbum Dei non est alligatum; ubi Spiritus Domini, ibi libertas...!!!»

Pastoral del Sr. Arzobispo de Paris sobre el Concilio.

La Semana Religiosa de Paris ha publicado la Carta Pastoral de dicho Sr. Arzobispo sobre el próximo Concilio. En ella encontramos los siguientes pasajes, dignos de tomarse en consideracion:

«La Iglesia fue instituida por Dios para ilustrar, dirigir y sostener las almas por la predicacion de la verdad, por sus reglas de disciplina y por la eficacia de sus sacramentos. Esta saludable mision la confirió Jesucristo á sus Apóstoles y á los Obispos, sucesores suyos, los que hace diez y ocho siglos vienen desempeñándola, cuidando del ganado donde el Espíritu Santo les colocó para gobernar la Iglesia de Dios, bajo el comun cayado del Soberano Pontífice, encargado de apacentar los corderos y las ovejas. El objeto de sus afanes es mantenerse y mantener á los fieles en la unidad, cuya pública y permanente señal es la comunion con el Papa, divinamente investido de una primacía de honor y jurisdiccion que se estiende por toda la Iglesia.

>La obra se completa con estas condiciones: los Obispos, dispersos ó reunidos, instruyen y gobiernan con autoridad y éxito. Las deliberaciones generales, las resoluciones concertadas, no son, pues, absolutamente necesarias para la Iglesia; pero siempre han parecido de mucha fuerza y gran eficacia. »

Esto en cuanto á la necesidad y periodicidad de los Concilios generales. El ilustre Prelado procura en seguida tranquilizar los espíritus en cuanto á la definicion de dogmas nuevos, cuestiones que interesan á la sociedad civil, y relaciones entre la Iglesia y el Estado. «Primeramente, dice, en lo que toca á las nuevas defi

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